Tres días acamparon en las afueras de la Embajada de Bolivia. Mientras un importante grupo de trabajadores bolivianos comienza el lento proceso de repatriación, cientos siguen varados sin respuesta en medio de la crisis por el coronavirus.
La mayoría de las personas de la comunidad boliviana habría viajado a Chile a principios de este año para realizar labores de agricultura, principalmente Paine y en Melipilla. Hoy se encuentran varados en Chile y sin una fuente de trabajo. Debido a esto, el fin de semana pasado decidieron montar un campamento improvisado; sin baños ni acceso a agua potable y con bajas temperaturas durante las noches. Niños, niñas, mujeres embarazadas y personas mayores estaban expuestos al contagio por coronavirus.
El acampe tenía por objetivo presionar a las autoridades bolivianas a atender rápidamente su situación. Marina Ramírez, ciudadana boliviana que participó de la acción, se refirió al tema: “Yo necesito irme a Bolivia, tengo a mis hijas allá y un bebé, nosotros venimos solamente a trabajar para mantener a nuestras familias.”
Luego de algunos días acampando, la Municipalidad de Providencia junto al Arzobispado de Santiago puso a disposición albergue y alimentación. Se trata de Iglesias que acogen a las personas que están a la espera de ser trasladadas a la ciudad de Iquique, donde cumplirán una cuarentena preventiva para luego poder ingresar a su país.
La alcaldesa Evelyn Matthei se refirió a los hechos: “Nos encontramos con aproximadamente 400 personas que son de Bolivia y que estaban durmiendo en la calle. Nos vamos a hacer cargo de ellos, pero ha llegado muchísima más gente y les quiero decir que para ellos no hay solución… Porque no van a poder hacer la cuarentena en Iquique, y sin cuarentena no los van a dejar entrar a su país, y tampoco los van a dejar irse a Iquique”.
“Desde el principio el Consulado nunca se manifestó, nunca… Ni el Cónsul, ni un funcionario del mismo Consulado y es un poco lo que nos preocupa. No han estado para colaborar, para dar alguna explicación, para aportar en algo, nada… Absolutamente nada”, expresó Lauro Bocchic, Padre de la Parroquia Italiana Nuestra Señora Pompeya y miembro del Instituto Católico Chileno de Migración .
Bocchic informó que el pasaje del bus a Iquique cuesta $28.000 y que sólo los que puedan pagar viajarán primero. En respuesta a esto, la municipalidad sostiene que se está gestionando la subvención del pasaje para quienes no cuenten con recursos para pagarlo. Además comentan que los vecinos han estado aportando con insumos y alimentos para sobrellevar la situación, pero que ya no dan a basto para recibir a nadie más.
La empresa Pullman Bus anunció que pondría a disposición máquinas de la compañía para trasladar a los ciudadanos bolivianos a Iquique. Se trata de 17 buses con capacidad para 750 personas.
El alcalde de Iquique, Jorge Soria, dijo que se enteró por redes sociales del viaje de unas 400 personas y afirmó que no fue informado de manera adecuada: “Acabo de leer la información que se publica por Twitter, yo creo que no es la forma. Lo primero es que nos deberían haber preguntado a los dueños de casa, el alcalde de la ciudad de Iquique. Represento a los iquiqueños, represento y tengo la administración de los bienes de la ciudad y por lo menos debieran haberlo comunicado. No creo que sea lo correcto”.
La noche de este martes partieron los primeros buses y para este miércoles se espera la llegada de los primeros ciudadanos bolivianos para la realización de la cuarentena de dos semanas, para luego poder ingresar a Bolivia. La estadía será financiada por la Organización Internacional para las Migraciones.
Se esperaban nuevos buses que viajaran hacia el norte, pero las autoridades desmintieron esta información. Anoche iniciaron el rumbo 640 personas, pero siguen faltando muchas más. No todos podrán viajar a Iquique y cada vez son más los ciudadanos bolivianos que llegan a la Parroquia Italiana; algunos serán trasladados a albergues de Las Condes y Providencia, pero no hay capacidad para recibir a más personas.
Hasta el momento no hay solución posible para quienes que han llegado recientemente. En la calle y sin respuestas se encuentran muchas personas de la comunidad boliviana.